En el
cuarto proyecto de didáctica general titulado “Evaluación: ¿se puede medir el
aprendizaje?” realizamos una entrevista a Noelia Alcaraz, pedagoga y
profesora del departamento de didáctica
de la Universidad de Cádiz, sobre evaluación y calificación, a partir de las
siguientes preguntas:
- ¿Piensa usted que Calificación es igual que Evaluación? ¿Atienden por igual las necesidades de aprendizaje de los alumnos?
- ¿Qué sentido tiene calificar en la enseñanza obligatoria a los alumnos de primaria? ¿Si es obligatoria porque medir su aprendizaje con calificaciones? ¿Tratan de controlar, etiquetar y seleccionar a los niños desde la escuela?
- ¿Se puede medir el aprendizaje? ¿Calificando, evaluando o ninguna de las dos? ¿Son ambas educativas?
- ¿Resta creatividad la calificación a los niños? ¿Puede el maestro poner medios para ello y cuáles?
- Brevemente, ¿podría decirnos cuáles son las ventajas y desventajas del portafolio como método de evaluación?
Destacamos las siguientes ideas
de Noelia relacionándolas con el resto de documentos utilizados en clase:
La calificación es una herramienta
de control que nos lleva a una desigualdad,
nos hace diferentes, con la que
se culpabiliza al alumno de sus posibles fracasos en vez de ayudarlo a mejorar,
clasificándolo y jerarquizándolo, sin
atender a sus necesidades; es utilizada
para medir el aprendizaje, reflejando únicamente el nivel memorístico del
alumno, dejando a un lado el valor educativo.
Tanto para Noelia como para L. Stenhouse, el aprendizaje no se puede
medir y si se mide no es educativo.
La calificación, reflejada
cuantitativamente con las notas, sin rigor ni objetividad, lleva al alumno a
sentirse sometido y vigilado, temiendo el error que lo lleve a ser diferenciado
de los demás. Paco Espadas y Ángel Pérez piensan que las notas deberían desaparecer, no tienen
sentido, sobre todo en la educación obligatoria, debemos enseñar para que
aprendan y aprender de lo enseñado sin calificaciones ni suspensos.
La calificación resta
creatividad, el alumno se limita a reproducir, mediante exámenes, lo que el
maestro quiere escuchar o leer, el niño pasa a ser sujeto pasivo en el proceso
de aprendizaje, restándole espontaneidad, capacidad de reflexión,
iniciativa y veracidad.
Cuando hablamos de evaluación,
hablamos de atención al aprendizaje, hablamos de la realidad de la vida, algo
natural.
Para Noelia el aprendizaje tiene
que ver con transformar tus estructuras cognitivas, sentimientos, formas de
actuar e interpretar., pero no sólo del alumno sino también del maestro.
La evaluación o la calificación
depende de lo que cada maestro quiera hacer en sus clases, si poderosa es la
calificación para diferenciarnos, más poderosa puede resultar la evaluación,
que no sólo pondría nota a un examen final, sino que pondría nota a todo el
proceso seguido por el niño, coartando y
atemorizando al alumno ante el miedo al castigo.
Una de las herramientas
utilizadas por él maestro para la
evaluación es el portafolio, en él se encuentran los trabajos del alumno de una
o más asignaturas, incluyendo sus reflexiones, sus criterios, los
cuales serán seguidos por el profesor.
Noelia utiliza el portafolio como
una de las herramientas der evaluación, pero como bien dice, da igual el nombre
que le pongamos, lo importante es conseguir las mejores condiciones de
aprendizaje para nuestros alumnos, haciéndolos a ellos participantes activos
del proceso.
En conclusión el aprendizaje no
se puede medir, al igual que el amor, la felicidad o la tristeza, ni
calificando ni evaluando, exceptuando en la calificación, aquellos métodos tipo
test, programados y mecanizados,
aprendemos en todos sitios y lugares, de maestros, alumnos, amigos y de
nosotros mismos. Medir el aprendizaje es
algo muy subjetivo, todos pensamos diferente, todos vemos las cosas de modo distinta,
por ello optamos por la evaluación, como herramienta de observación, reflexión,
comprensión y mejora para buscar y crear las mejores condiciones para que los
niños desarrollen su aprendizaje y autonomía.